Por Andrés Sebastián Nebel Dunn*
En el 2020, el coronavirus había afectado de forma drástica el ámbito social, cultural y económico de nuestra sociedad, obligándonos a llevar una vida que no estábamos acostumbrados. Lo anormal se volvió normal y se dio una necesaria adaptación por parte de los ciudadanos; pero entre cambios bruscos, la economía se vio afectada.
Varias plazas de trabajos se vieron limitadas y, en el peor de los casos, terminaron cerrando muchas empresas; asimismo, el desempleo creció y el flujo monetario disminuyó. Es después de un año de constante batalla enfrentando la pandemia y sus consecuencias que se empieza a notar mejoras en varios de los sectores del país, iniciando una recuperación económica.
En ese sentido, son varios los factores que apoyan dicho crecimiento económico. Algunos ejemplos son, en el ámbito privado, el restablecimiento de las áreas de trabajo; y en el sector público, representado por un nuevo gobierno, un plan de vacunación y propuestas que han facilitado los procesos dentro de los negocios. Finalmente, los indicadores económicos se están normalizando y en algunos casos empiezan a crecer, mostrando el comienzo de una recuperación.
La epidemia del COVID-19 comenzó el 31 de diciembre del 2019, pero no fue hasta el 11 de marzo del 2020 que oficialmente se declaró como pandemia. Para entonces, los países ya estaban entrando en cuarentena y sus finanzas se encontraban en descenso. Como resultado, la economía mundial empezó a verse afectada; Ecuador no sería la excepción.
Las consecuencias sobre la economía ecuatoriana pudieron notarse en índices económicos como el PIB (producto interno bruto), en las exportaciones, las tasas de empleo adecuado y de desempleo. Entre el 2019 y 2020, el PIB se redujo un 8,60 %, lo cual significaba que la producción y el consumo total de bienes estaba de bajada (Banco Central del Ecuador, 2021).
Por tanto, las exportaciones que en el 2019 trabajaban con un promedio aproximado de 1861 millones de dólares de entrada, para el 2020 el aproximado disminuyó a 1686 millones de dólares (Banco Central del Ecuador, 2021). En cuanto a la tasa de empleo adecuado, de acuerdo con cifras del Banco Central del Ecuador (2021), a finales del 2019 era de 3146; que se redujo a 2458 en el último periodo del 2020. Asimismo, la institución informa que, en el caso del desempleo, la cifra era de 311 133 a finales del 2019, llegando a 396 504 al final del 2020.
No obstante, las nubes negras comenzaron a dispersarse en el 2021; empezaron a mejorar las cosas. En este caso, para realizar el análisis correspondiente, se utilizan los dos primeros trimestres (enero hasta junio) del 2020 y 2021, en cuyo periodo el PIB subió un 2,96 %; y, en cuanto a las exportaciones, estas aumentaron a un promedio de 2085 millones de dólares (Banco Central del Ecuador, 2021). Por otro lado, las tasas de empleo adecuado y de desempleo incrementaron: 2770 y 415, respectivamente; asegura el Banco Central del Ecuador (2021). Siendo así, el ascenso del PIB es señal de que la economía empieza a mejorar; el crecimiento de las exportaciones y del empleo adecuado significa que las plazas de trabajo están reapareciendo; y, en lo que respecta al desempleo, el aumento fue menor que el 2020.
Tengamos en cuenta que uno de los factores que favorecieron la mejoría económica en el país, y que se mencionó anteriormente, fue el posicionamiento del nuevo presidente de la República del Ecuador, Guillermo Lasso, el 24 de mayo de 2021. Aquello representó un punto clave en la batalla contra el coronavirus, pues el mandatario ejecutó el Plan de Vacunación 9/100. La meta de esta propuesta era vacunar a 9 millones de ecuatorianos en un lapso de 100 días, lo cual se cumplió a inicios de octubre y fue posible gracias a la unión de tanto el sector público como el privado, demostrando que la sociedad se beneficia cuando ambas partes trabajan juntas.
Siendo así, el cumplimiento de este plan fue un paso que permitió normalizar la situación en el país, tanto a nivel social como económico. Las ofertas de trabajo aumentaron, las personas empezaron a producir y consumir productos. Además, el gobierno también ha apoyado al sector económico al reducir aranceles en maquinaria de producción; haciéndolos más accesibles y disminuyendo la inversión inicial o la compra de una nueva maquinaria.
Dichos cambios, hasta ahora, se han mostrado positivos. El gerente del Banco Central, Guillermo Avellán, estima un aumento del PIB de 3,02 % para finales del 2021, debido a los planes mencionados (Redacción, 2021). No obstante, todavía existen barreras que están recién apareciendo, principalmente el caso de la delincuencia en Ecuador, un factor que ataca el crecimiento económico y la vida de las personas, ya sea en cuanto a la falta de seguridad, la pérdida de patrimonio, las limitaciones sociales, la inversión en seguridad, entre otros aspectos.
La economía y sus indicadores no están recuperados en su totalidad, pero, como se ha evidenciado, las cifras son mejores con respecto a las del 2020 durante la crisis sanitaria. Con una pandemia más controlada, podemos divisar el inicio de una transformación positiva. El futuro dependerá de qué tan efectivas son las propuestas del nuevo gobierno y cómo la sociedad actúe y reaccione frente a las nuevas políticas.
Referencias
Banco Central del Ecuador. (septiembre de 2021). Cuentas nacionales trimestrales del Ecuador [boletín n.° 116]. Sección Información económica. Banco Central del Ecuador. Recuperado el día 30 de mes octubre de 2021 de https://www.bce.ec/index.php/informacioneconomica
Redacción. (30 de agosto de 2021). 3,02% es el crecimiento esperado en el PIB para 2021, según Guillermo Avellán, gerente del Banco Central; vacunación y reducción de tasas arancelarias, entre los motivos. El Universo. https://bityl.co/9X5Q
* Estudiante de cuarto año de la carrera en Administración de Empresas, de la Facultad de Administración y Ciencias Políticas, por la Universidad Casa Grande.