Por Daniel Quinde Chalén*
El autor presenta a continuación un resumen de su trabajo de tesis, realizado en el 2019, para titularse de la maestría en Desarrollo Temprano y Educación Infantil de la UCG.
El presente estudio indaga el Sentido de Competencia Parental [SCP] que desarrollan las madres de bebés prematuros tras una Intervención Basada en Rutinas [IBR] (McWilliam, 2016), a través de visitas domiciliarias. La investigación fue guiada por un equipo de investigadores de la Universidad de Utah (Estados Unidos), Universidad Católica de Valencia (España) y de la Universidad Casa Grande (Ecuador).
Se inició con una muestra de 20 familias de bebés prematuros de las ciudades de Guayaquil y Durán, beneficiarias de la Fundación Kinderzentrum. De las 20 familias, solo 11 participaron en el proceso hasta el final de la intervención.
La prematurez es una condición en la que interactúan factores genéticos y ambientales, los cuales influyen en las condiciones de la salud del bebé y su madre (Mendoza et al., 2016). Las familias con bebés prematuros se enfrentan a situaciones de crianza que afectan el vínculo paterno filial y pueden contribuir en la calidad del cuidado del bebé prematuro (Rojas y López, 2018).
Los padres de los niños prematuros son susceptibles de presentar estrés ante la dificultad de ejercer el rol de padres, provocando impotencia, angustia, ansiedad y depresión, debido a la imposibilidad de desplegar comportamientos esperados (García, Duarte y Mejías, 2014). En estudios realizados en bebés prematuros, los resultados confirman que la sensibilidad de las madres al comportamiento de sus bebés mejora cuando estas cooperan en el desarrollo de aquellos, a medida que van creciendo (Boyce et al., 2015).
Esta investigación considera que, a partir de una IBR, las madres de bebés prematuros pueden desarrollar el SCP, lo que les ayudará a cumplir sus funciones parentales de mejor manera. La IBR es un tipo de intervención que incide en las interacciones que se dan en el entorno natural del niño, en favor del desarrollo infantil (McWilliam, 2016). El trabajo en entornos naturales permite mejorar los aprendizajes, los cuidadores ofrecen más horas de oportunidades de aprendizaje de manera natural a los niños (Cañadas, 2012).
El diseño de la investigación planteó un enfoque mixto, cuasiexperimental. El alcance del estudio fue descriptivo, con un solo grupo, al cual se le aplicaron los instrumentos de intervención. Para este último proceso, se realizaron 16 visitas, una por semana, de 45 a 60 minutos, las cuales incluyeron los primeros contactos y las entrevistas de inicio, la intervención y los procesos de cierre.
El estudio fue parte de una investigación principal interesada en conocer los efectos de una IBR en familias de prematuros y en el desarrollo de los bebés, por lo que se aplicaron 11 instrumentos para levantar los datos de la intervención. Para efectos de responder a los objetivos de este trabajo, solamente se analizó la Escala de Sentido de Competencia Parental [PSOC] y la Entrevista de Cierre. Para el análisis de los datos, se utilizó dos softwares de análisis de datos, el ATLAS.ti, de corte cualitativo; y el SPSS, de corte cuantitativo.
Entre los hallazgos principales de esta investigación, se evidenció que las madres de niños prematuros mejoran su SCP posterior a una IBR, a través de visitas domiciliarias. Asimismo, a partir de dicho progreso en el SCP, las madres también ganan mayor interacción entre los miembros de sus miembros, aumentando la participación de estos, lo cual potencia las oportunidades de aprendizaje y contribuyen al desarrollo infantil.
Por ello, el conocimiento, la satisfacción y las decisiones de la madre en relación con el desarrollo del niño son evidencia de cómo la IBR influye en el SCP de las madres. Entre los factores que contribuyen a la mejora del SCP, el contacto directo y frecuente del profesional con la familia en su contexto natural contribuye a que las visitas domiciliarias se constituyan en otro aspecto de la intervención que favorece al desarrollo del SCP.
Trabajo completo: https://bit.ly/3818jER
Referencias
Boyce, L., Cook, G., Simonsmeier, V., y Hendershot, S. (2015). Academic outcomes of very low birth weight infants: the influence of mother-child relationships. Infant Mental Health Journal, 36(1), 1-10. https://doi.org/10.1002/imhj.21495
Cañadas, M. (2012). La familia, principal protagonista de los centros de desarrollo infantil y atención temprana. Edetania (41), 129-141.
García, S., Duarte, L. y Mejías, M. C. (2014). Afrontamiento de la familia ante el nacimiento de un hijo prematuro. Nure Investigación, (69), 1-11.
McWilliam, R. (2016). Metanoia en Atención Temprana: Transformación a un Enfoque Centrado en la Familia. Revista Latinoamericana de Educación Inclusiva, 10(1), 133-153. http://dx.doi.org/10.4067/S0718-73782016000100008
Mendoza, L. A., Claros, D. I., Mendoza, L. I., Arias, M. D. y Peñaranda, C. B. (2016). Epidemiología de la prematuridad, sus determinantes y prevención del parto prematuro. Revista Chilena de Obstetricia y Ginecología 81(4), 330-342. http://dx.doi.org/10.4067/S0717-75262016000400012
Rojas, J. M. y López, E. (2018). La atención temprana: una segunda oportunidad para los niños prematuros. Crónica. Revista de Pedagogía y Psicopedagogía, (3), 43-54.
* Psicólogo Clínico. Magíster en Desarrollo Temprano y Educación Infantil de la Universidad Casa Grande (UCG). Actualmente, coordinador del departamento de Consejería Estudiantil de la Unidad Educativa Camino al Bello Amanecer y psicólogo de la Fundación Refugio del Espíritu Santo [RESA].